29 mar 2010

Qué vamos a sembrar?


El sabado 27 de marzo fuimos al corregimiento de Guapuscal Bajo en el Municipio de Funes, dentro del trabajo de valoración del patrimonio que se viene realizando en esta sección del Qhapaq Ñan - Colombia.Mientras los encargados de gestión trabajaban con los niños y jovenes en el taller de valoración de patrimonio e inclusión digital y los practicantes de sociología iban a visitar las casas de dos señoras ubicadas en la zona del Río Curiaco, limite entre los municipios de Tangua y Funes; converse con algunas de las señoras que llegaron a la escuela pensado que tendrían el taller sobre patrimonio y seguridad alimentaria ya que no habían asistido el miércoles anterior y nos se habían enterado de la nueva programación que habían acordado entre el grupo de señoras del corregimiento.

Nos dedicamos a conversar sobre la semana santa, como la celebraban que hacian, las personas que se encargaban de las actividades y como eran en el pasado. Poco a poco fueron comparando como era en el pasado en donde con casi una semana de anticipación se realizaban todas las tareas relacionadas con la preparación de alimentos y otras actividades necesarias para la vida de la familia durante estos días, ya que en su forma de asumir la vigilia no se debía hacer absolutamente nada, solo participar en las ceremonias y actividades relacionadas con la semana mayor. Por el contrario hoy en día ya no se deja de hacer ningún tipo de trabajo, solo se programan de manera que sea posible asistir a las actividades que se llevan a cabo en la iglesia; para lo cual los acompaña una persona que llega de la parroquia de Funes, para arreglar el altar y realizar las procesiones.


Muchas personas en estos días van de romería al santuario de las Lajas, se programan salidas de buses al santuario desde el domingo de ramos; otras personas se van en romerias por la carretera Panamericana hasta San Juan en donde toman el camino hasta el santuario, llegando a el por el punto conocido como La Cofradia.

Hablando de la semana santa pasamos a lo que se comía en el pasado y como hoy muchos de esos alimentos ya poco se preparan, pero no se ha perdido del todo la tradición de hacerlo, esta en la memoria de las mujeres mayores, quienes siguen preparándolo así sea de tanto en tanto; como es el caso de los platos realizados con maíz, como el aco para comer en el camino, la poliada, el mote, la mazamorra, el añejo, entre otros alimentos. La memoria llevo a recordar no solo los sabores, sino quienes lo hacían, de quien lo aprendieron y porque no, un día de estos volverlos a preparar para recordar y enseñar lo que ellas aprendieron de sus mayores.

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