La sabiduria de mamá

Foto: Diana Pastás

El sábado 8 de mayo, nos reuniremos con las mujeres de la comunidad de Guapuscal Bajo a cocinar un ajiaco (comida típica de la zona central de Colombia), a petición de ellas, al conocer que mi lugar de origen era Bogotá. El miércoles 5 de nos reunimos para organizar los últimos detalles de la cocinada del sábado; se estableció quien traería cada uno de los ingredientes, la leña, las ollas, en fin todo quedo organizado.

Foto: Claudia Afanador

Después de reírnos, contar historias sobre las cocinadas colectivas, continuamos con el tema de la huerta casera o chagra que estamos organizando en cada una de las casa de las mujeres que asisten a los talleres de valoración de patrimonio. Ya esta acordado que productos se sembraran, los lugares y los preparativos que se le deben hacer a la tierra para tener lista la chagra para su siembra; al hablar de la realización de los semilleros, fuimos hablando del tiempo oportuno para hacerlo, ya que está lloviendo mucho en estos tiempos, lo cual no es bueno para la siembra, porque la tierra está muy mojada y las semillas se pudren; hablando de esto salió al el tema de lo importante que era tener en cuenta los ciclos de la luna para que las semillas no fueran comidas por la plaga o posteriormente se llenara de gusanos.

Aprendimos que para hacer los semilleros se debe hacer en luna nueva, porque está oscuro y la plaga no puede poner los huevos en al lado de las semillas; para trasplantar los semilleros se debe hacer el 7 día de luna creciente, así las plantas crecen bastante y se tendrán buenas las cosechas. Para alejar las plagas los productos se deben intercalar con otros como la cebolla, el ajo, el ají, etc., para que estos por tener olores fuertes no dejen que los insectos lleguen a las otras plantas.

Fue una reunión amena, llena de conocimientos, las madres de Guapuscal Bajo, en su generosidad compartieron con nosotros algo de sus grandes conocimientos sobre la zona donde viven; como lo han venido haciendo a lo largo de estos tres meses de trabajo. El valor del patrimonio que poseen, no solo está en su cultura, sino en el conocimiento que tienen de cómo manejar e implementar los saberes sobre su entorno, la agricultura, su cotidianidad, la crianza...dar vida y enseñar a como criarla.